martes, 21 de julio de 2009

Hermanos

El muro de los lamentos/ Hermanos

Hace un tiempo que escribia en este espacio, y ahora me resulta un poco dificil comenzar. Dificil, porque aun resiento la pérdida física de César. Sin embargo es el proceso que llevo a esta pérdida, el que me hace escribir ahora.
Durante este proceso, muchos de los compañeros se involucraron en el proceso de la enfermedad. Algunos llamarón para dar su apoyo, otros visitaron a César, otros mas se quedarón varias noches, dias o tardes con el.
Al ver todo eso César sentía que su ánimo se renovaba y que sus ganas de vivir se hacían más fuertes. Todos los ayudamos de una o de otra forma.
César, como la gran mayoría de nosotros nos separamos sentimentalmente de la familia, paso por momentos de franco rechazo y soledad. Pero encontro amor y camaradería entre sus amigos. Como siempre, hubo quien se aprovecho de ello y haciendose pasar por su amigo, siempre vio por su beneficio.
Pero César se apego a quienes fueron leales y honestos con el´, hasta el final.
Ahora que César a partido, nos deja varias preguntas y puntos de reflexión.
Uno de ellos es la unión que hay y que puede haber entre nosotros. A raíz de este proceso, varios compañeros nos acercamos más, esta experiencia nos unió, no solo con César, sino también entre nosotros.
En ese sentido César nos dejo la posibilidad de continuar fortaleciendo esos lazos, ya no de amistad, sino de familia.
Por el nuestra orientacion, muchos creemos que la parte familiar se nos ha negado, por no tener hijos de forma natural. Y se nos va de la vista que tenemos la posibilidad, la hermosa y poderosa posibilidad de formar nuestra propia familia, eliigiendo a nuestros hermanos. Tenemos el poder de elegir quienes formaran parte de nuestra vida como nuestra familia.
Es cierto que muchos tenemos familia sanguinea, pero también podemos formar una familia no solo con la pareja. Después de todo, hoy uno de nosotros necesito todo nuestro apoyo. Y ahi estuvimos. Ahora que hemos aprendido que podemos estar unidos y movernos como una pequeña o gran familia, debemos seguir fortaleciendo esos lazos.
En este momento en que la pérdida física de César me dejo un vacio, pero debo reconocer que espiritualmente se ha quedado conmigo, y que me ha dejado muchos amigos alrededor con quienes ahora quiero formar ese lazo familiar.
Todos tenemos la posibilidad de ver entre nuestros amigos, esos que no engañan, ni traicionan, ni nos hacen menos, esos que estan al pie del cañon y que nos apoyan incondicionalmente, esos que cuando nos ven caídos nos levantan o nos consuelan, entre ellos, encontraremos alguien a quien queramos integrarlo a nuestra familia.
Y en las buenas y en las malas, llamarlo: hermano.
Gracias a todos.

No hay comentarios: