martes, 14 de julio de 2009

Mirando hacia arriba

Muro de los lamentos / Mirando hacia arriba.
Saludos a todos.
Esta vez platicaremos de algo que es algo que para muchos es común, pero para pocos es más que común. Las botas. Siempre que hablamos de vestimenta leather (piel, cuero, latex), una prenda básica son las botas. Muchos dicen que su fetiche son las botas, pero pocos son los que desarrollan o llevan esta filia a un lugar privilegiado en sus encuentros sexuales.
Para pocos son conocidos los esclavos lamebotas y los Amos de botas, (bootslave y Bootmaster), quienes desarrollan esta filia en el escenario de dominación sumisión. En este caso, el sumiso, no es necesariamente un esclavo y menos aun es masoquista. Los sumisos gustan de estar a los pies del dominante por las botas.
Las botas son una característica de poder. Quien es poderoso usa botas.
Pensemos en las botas, las más comunes son las altas de montar, militares, vaqueras, y menos frecuentemente las de látex de jardinero. Quién ha usado botas, conoce la sensación de usar botas. El peso en los pies, la altura del tacón, la posición que obligan las botas, la ropa adecuada para las botas. Quien usa botas entra a un ámbito diferente de quién usa zapatos o tenis. El usar botas condiciona cierto tipo de ropa.
Generalmente las botas son de materiales muy resistentes, principalmente piel. Eso da también una sensación de poder que no percibimos a primera vista.
Cuando traes puestas unas botas, no importa si llueve, no te mojas. No importa si pisas un charco, no te humedeces. Cuando caminas por piso en mal estado, no importa, la bota resiste el trato duro. Cuando llevamos a cabo un trabajo duro, lo primero en que pensamos es en ponernos unas botas. Los trabajos que exigen ropa duradera, usan ineludiblemente botas.
Quienes se llaman boteros son quienes se excitan por el contacto de las botas y de quienes las portan. La bota por si sola es elemento de excitación, pero esta aumenta por la persona que la usa. Quien adora las botas, sabe que también es parte de la excitación la postura que se adopta para tal fin.
Arrodillarse para besar o lamer las botas de un cabrón, requiere ponerse de rodillas, sometimiento, y quizás humillación. Reconocer que el otro es un cabrón superior, que por eso mismo usa botas. Es parte de sentir al otro en posesión de un poder superior al mío. Es reconocerlo grande y yo pequeño. Cuando adoras unas botas, y miras la cara de quien las porta, lo haces hacia arriba, como si el estuviera en un lugar más alto. Es una posición de poder, de superioridad.
Quien las porta, se convierte en alguien poderoso, fuerte, superior, con derecho de ser obedecido, respetado y servido.
Las botas no solo son accesorios para quienes encuentran en ellas más que la sola vista. Se convierten en catalizadores de poder y fuerza, ante lo cual, habrá quienes se dobleguen por la fuerza o por voluntad propia.
Para quienes adoran las botas, quienes las portan, se revisten de un poder no solo físico sino también sexual, que les da derecho de usar sexualmente y para su placer a quien esta de rodillas, lamiendo sus botas.
Y saber esto es suficiente para someterse al deseo y placer de quien porta unas botas.

¿Y ustedes como ven sus botas?

Como anécdota, recuerdo que un compañero del bachillerato (que por cierto me gustaba mucho), usaba botas tipo militares. Una ocasión, una profesora de literatura nos dejo de tarea hacer un poema pequeño. Mi compañero hizo uno a sus botas. No recuerdo muy bien como va, pero decía algo así como:

Mis botas compañeras,
andando,
caminando,
con ellas no hay quien pueda.
Crish , crash,
bajo las suelas suenan las piedras.
Splish, splash,
el agua de los charcos suena.
Que buenas son mis botas.
Que duraderas.
Negras de piel,
mis botas compañeras.

Sabrá Dios si el cabrón también se masturbaba con sus botas.

Una anotación más.
Quienes han vivido de alguna forma, o convivido con uniformados, saben que las botas son algo indispensable, algo valiosos y de lo cual no te quieres separar. Además debes cuidarlas con celo para que nadie te las baje. Esto sucede especialmente en el ejército, donde es común abrir los espacios destinados a guardar el equipo personal de otros, y tomar lo que se quiera.


En fin.

Fidel S.

fenixobscuro@yahoo.com


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